Mike Brown se mantiene ocupado

EL SEGUNDO, Calif. -- La NBA ha estado sumergida en un período de lockout por aproximadamente tres meses y medio de los cuatro meses y medio que hace que los Lakers introdujeron a Mike Brown como nuevo entrenador (el 31 de mayo), convirtiéndose en el número 22 de su rica historia de franquicia.


Le han dado a Brown mucho tiempo para pensar cómo filar un equipo que pasó de campeonatos consecutivos a ser eliminado en segunda ronda en la primavera.



Pese a la barrida de Dellas Mavericks, que incluyó una derrota por 36 puntos en el Juego 4, Brown no cree que se necesiten cambios drásticos en los Lakers para conducirlos nuevamente a un título.



"No se si necesitas cambiar la identidad demasiado", dijo Brown el jueves durante una entrevista en un almuerzo con varios reporteros, en las canchas de entrenamiento de Lakers. "No sé si necesitas cambiar mucho la cultura, porque aquí ya existe la cultura del triunfo".



"Creo que hay cosas que puedo hacer o traer a la mesa para ayudar y hay cosas que ya estaban aquí y deberé aprender, como ha pasado en este tiempo. Por lo tanto, creo que es una ganancia para ambos.... lo excitante de haber llegado a este equipo es que no tengo que decir nada. Estos muchachos están avergonzados por lo que pasó el año pasado y son todos ganadores, porque ya lo han demostrado en años anteriores... Por lo tanto, no me meteré en su camino".



"Esa es una clase de motivación que no puedo insertar dentro de nadie. Ellos tienen que hacerlo por ellos mismos, porque fueron los que cayeron el año pasado".



Mientras que Brown será parte de un desafío de equipo de devolver el campeonato a L.A, enfrenta un desafío personal de ser la persona que reemplaza al más decorado entrenador de campeonatos en la historia de NBA, Phil Jackson.



"Todo el mundo me dispara con eso: 'Ey, ¿estás preocupado por entrar? ¿Especialmente con Phil yéndose?", dijo Brown. "¿Phil? No trato de ser Phil".



Brown dijo que su única interacción con Phil Jackson antes de ser coach de Lakers fue después del All-Star Game de NBA 2009 en Phoenix, cuando el Oeste de Jackson derrotó al Este de Brown por 146-119.



"Lo ví luego del partido, caminé hacia él y le dije: 'Coach, hubiera deseado ganar este juego. Definitivamente hubiera usado esos $10.000 más de lo que usted hizo", dijo Brown con una sonrisa en su rostro. "Sólo se rió... esa fue toda nuestra conversación".



Brown tuvo una visita inesperada una semana atrás, de todos modos, cuando Jackson frenó mientras Brown se encontraba con sus asistentes John Kuester, Chuck Person, Quin Snyder y Ettore Messina.



"Metió la cabeza", dijo Brown mientras explicaba que Jackson estaba en la oficina para visitar a la ejecutiva de los Lakers, y vieja compañero de toda la vida, Jeanie Buss.



Brown dijo que la conversación duró entre 15 y 20 minutos pero hablaron más Kuester y Jackson sobre en qué parte de L.A. vivían y otros tópicos casuales acerca de la naturaleza del grupo, más que hablar de ofensivas y defensivas entre Jackson y Brown.



"Hablamos poco de básquetbol, y fue al final de nuestra conversación", dijo Brown.



Brown, de 41 años, dijo que él y su staff tienen "muchas cosas por hacer", pese al hecho de que en un año en el que no hubiera lockout los Lakers ya habrían entrado a la tercera semana del campo de entrenamiento.



La primera orden del negocio es ir al libro de jugadas de Brown y aplicarlas a los Lakers.



Entraron a su libro de jugadas ofensivas -de unas 200 páginas- que usó en Cleveland y lo replicó con algunos cambios para realizarlo con el personal de los Lakers. Hicieron lo mismo con el libro defensivo, de igual tamaño, pero no requirió demasiado ajuste.



"Para la mayor parte, casi todos pueden defender", dijo Brown. "Por eso creo que puedes aplicar eso de equipo a equipo. Creo que, ofensivamente, no se puede. Creo que hay que cambiar la ofensiva de acuerdo al personal".



También pasaron tiempo consultando los viejos planes de práctica de Brown, utilizados con los Cavaliers. Muchos jugadores de Lakers, incluyendo Kobe Bryant y Andrew Bynum, lamentaron que las prácticas de los Lakers no hayan sido lo suficientemente afiladas la temporada pasada para ayudar al equipo a salir de algunos baches.



Brown dijo que los planes para combatir con los ensayos competitivos en las prácticas, la próxima temporada, es con corridas para los perdedores.



"Es una cuestión de orgullo", dijo Brown. "No quieres correr mientas los ganadores se sientan a mirarte".



Mientras Brown no está seguro acerca de cuándo termina el lockout, dijo que está en el proceso de entrevistar candidatos para agregar al banco. Está mirando llenar dos posiciones de desarrollo y agregar otro asistente técnico para sumar a Kuester, Person, Snyder Messina, y el asistente de operaciones de básquetbl, Kyle Triggs.



"Me gusta tener un gran staff", dijo Brown.



Brown le dio crédito al dueño de los Lakers, Dr. Jerry Buss, por permitirle continuar seduciendo a los miembros del staff con la falta de certeza del lockout, pero dijo que no tiene contacto directo con Buss desde que tomó el trabajo.



"No ha estado por aquí. No lo he visto. No se si hablé con teléfono con él -si lo hice, quizás una vez desde que estoy aquí", dijo Brown de Dr. Buss, quien se tomó unas largas vacaciones en Europa durante la temporada baja.



Brown dijo que pasó más tiempo con Jim Buss, el hijo del dueño y ejecutivo del equipo que se ha involucrado más en las decisiones de los Lakers en temporadas recientes. Jim, quien usualmente utiliza ropa casual, shockeó a Brown cuando lucía elegante en agosto".



"Estaba observando al fotógrafo que estaba allí debido a que me tenía que tomar una fotografía al lado de Jim Buss y no lucía ni sombrero ni jeans ni remera", dijo Brown. "Tengo muy pocas fotos con mi familia en mi oficina y quizás ponga esa foto (la de Buss) en la pared si la consigo".



Está aún esperando para dirigir su primer partido, pero ya se siente que pertenece a la organización.



"Me siento un Laker", dijo Brown. "Me puedo sentar y decirte porqué. Quizás es porque todo el mundo me ha dado una cálida bienvenida... ha sido bueno. Probablemente me siento un Laker más, y no es poca cosa...".